El turismo rural es una versión de actividad para viajeros que se da en parajes, como su propia denominación indica, rurales. Habitualmente se desenvuelve en minúsculas y medianas ciudades. En relación al mismo se han desarrollado varias variantes de aposentos: desde cobijos juveniles o pisos hasta los más confortables hoteles.
Los hoteles suelen ser caserones o fincas rehabilitadas y dispuestas para favorecer el respiro de los turistas. En ellos se es frecuente regalar una camaradería que hace que sus visitantes puedan sentir, en medio de la aventura de las escapadas, el confort de sus casas.
Desde éstos se facilita el acceso a toda clase de trabajos de turismo rural. El agroturismo posiblemente sea la forma más intensa de experimentar los días de descanso en el campo. Aparte del contacto con el entorno, posibilita acercamiento directo con actividades típicamente locales, así como con acciones sociales y culturales. Lo que se busca con esto es que el trabajador del campo se saque beneficio colaborando económicamente no sólo con la agricultura, sino también con el sector turístico.
Así, es posible que Ibiza sea uno de los destinos donde el turismo rural permanece en mayor proceso de expasión y crecimiento en nuestro país. Hemos de considerar que esto no es azaroso. Previamente de que se diese la expansión del turismo en nuestro país, en torno a los años sesenta y setenta del siglo pasado, la isla era una zona cuyas principales prioritarias fuentes de ingresos económicos eran, sin duda, la pesca y la agricultura.
Por eso Esto explica que el agroturismo en Ibiza es particularmente llamativo no sólo por darnos un entorno estéticamente privilegiado, sino también por su inmenso abanico de posibilidades en el enclave agropecuario: he aquí la combinación de la pesca en el Mar Mediterráneo junto con a la exploración de los campos, acantilados y grutas incrementan las opciones del viajero.
En definitiva, en la isla tenemos la posibilidad de enriquecernos más allá del turismo rural convencional cimentado en rutas de senderismo u otros medios como el caballo y la bicicleta. También optamos a completar las alternativas que engloban los deportes marítimos que el Mediterráneo nos ofrece. Y de este modo como narramos porque su agroturismo nos permite implicarnos con sus pueblos, labranza y pesquería de las personas que allí habitan. Así, en los hoteles rurales podemos disfrutar con la enología y comida ibicenca, la cual está inspirada en los productos alimentos de sus propias huertas. En este sentido, hemos de tener a Ibiza en valoración como una llamativa alternativa vacacional para nuestro tiempo de relax.
En conclusión, conviene explicar que en el ciberespacio podemos la alternativa de obtener a un click información y asesoramiento sobre las emplazamientos de hoteles, actividades, tarifas y vacantes de tales lugares. Sólo es necesario con acercarse a estas webs para ratificar la maravillosa oferta disponible en vigor para el turista, sus muchas opciones y la curiosa propuesta de descanso que Ibiza nos anuncia.