El Barrio de Trastévere es una flor distinta a todas las que adornan Roma. Durante el Bajo Imperio, residían en él las comunidades orientales y, aunque con el paso del tiempo aumentó la población cristiana, su arte difiere de la magnificencia romana. Ésto unido a que no ha experimentado grandes remodelaciones urbanísticas, su trazado medieval se conserva prácticamente intacto.
Arte
Para algunos es imprescindible llevar un mapa, pero no carece de encanto perderse por sus callejuelas adoquinadas y encontrar pequeñas Iglesias con siglos de historia sobre sus frágiles espaldas de piedra, como la pequeñita Chiesa di San Benedetto in Piscinula del siglo XI y su diminuta campana del siglo IX, o descubrir el claustro renacentista repleto de árboles, arbustos cuajados de flores y con un pozo del sXIV, que se encuentra en el interior de la Chiesa di San Giovanni Battista dei Genovesi, o la Chiesa dei Santo Quaranta Martiri e San Pasquale Baylon, conocida por la Iglesia de las solteronas, ya que iban a rezarle una oración a San Pascual Baylon (santo español, por cierto) para encontrar marido.
Las callejuelas adoquinadas serpentean entre edificios medievales rojizos con ropa multicolor tendida en las cuerdas al sol, macetas cuajadas de flores y enredaderas que cubren las paredes desconchadas. Modelos antiguos de 600 conviven apacibles con gatos que dormitan al sol en los portales. Deambulando por ellas podemos encontrar torres medievales, sinagogas e incluso una pequeña maravilla desconocida por muchos: la Vecchia Farmacia della Scala, una farmacia creada en el siglo XV por monjes carmelitas y que conserva la misma decoración y utensilios de entonces.
Es un barrio que exhala historia y romanticismo a la par que una cierta alegre decadencia. Bohemio y multicultural; por él pasean turistas y romanos, ya que tiene una gran vida nocturna que se concentra alrededor de la Piazza di Santa María, precioso lugar en el que disfrutar de un buen helado contemplando la fachada de uno de los edificios más relevantes del barrio: la Basílica de Santa María in Trastevere, el templo más antiguo dedicado a la Virgen.
No es la única Basílica, los amantes del arte deberían visitar también la di Santa Cecilia in Trastevere, que data del siglo V o la di San Crisogono, del siglo IV.
Y es que en el barrio de Trastévere hay grandes bellezas arquitectónicas como La Villa Farnesina, del siglo XV, un magnífico edificio renacentista que alberga frescos de destacados artistas entre los que se encuentra La Galatea, atribuido nada más ni nada menos que a Rafael; el Palazzo Salviati, del siglo XVI o el Palazzo Corsini, al lado de la Villa Farnesina, y que contiene varias galerias de arte que forman parte del Museo Nacional de Arte Antiguo y cuyos jardines forman parte del Jardín Botánico. Éste se encuentra en el Gianícolo y cuenta con 12 hectáreas en las que podremos pasear entre nenúfares, bosques de bambús, jardines japoneses… y esculturas y escalinatas de piedra.
Ocio
Hay gran variedad de restaurantes, destacando sus trattorias y tabernas tradicionales, con precios asequibles. Eso sí, antes de decantarse por uno, es mejor preguntar a un conocido o a alguna fuente fiable, ya que por desgracia, tal oferta turística puede darnos algún disgusto.
Los amantes de la vida bohemia encontrarán en el Barrio de Trastévere una amplia oferta cultural: conciertos, exposiciones, espectáculos, artistas callejeros… Además, todos los domingos se celebra un mercadillo popular a lo largo de la Via Portuense, con más de 3500 puestos.
La colina del Gianicolo o Janículo
La Unesco ha declarado sus edificios Patrimonio de la Humanidad. Destacamos la Chiesa di San Pietro in Montorio, llamada así porque está situada en un montorio (o sea, Monte de Oro ) que era como se conocía a la colina. En ella se realizaban ejecuciones de cristianos y cuenta la leyenda que es el lugar en el que San Pedro fue crucificado.
Aunque algunos prefieren la mañana para poder fotografiar el cañonazo que avisará a Roma que es mediodía, (costumbre que se implantó para evitar los posibles desajustes horarios que podrían darse entre todos los campanarios que hay en la ciudad); pero el paseo al atardecer es mágico ya que a sus pies se despliega Roma.
Isla Tiberina
Se accede cruzando por el puente Cestio. En ella se levanta el Hospital Fatebenefratelli y la Iglesia de San Bartolomeo. Tras la visita podremos cruzar al barrio judío de Roma por el puente Fabricio, el más antiguo de la ciudad.
El Barrio de Trastévere es, por lo tanto, un lugar idóneo para una escapada de varios días. Además, está bien comunicado y con numerosos hoteles y apartamentos para alojarse, por lo que también es un buen sitio para pernoctar en la ciudad eterna. Algunas compañías facilitan la búsqueda de apartamentos, como LocalNomad, que nos proporciona una gran oferta de apartamentos en Roma, además de mapas y fotografías que nos ayudarán a encontrar el apartamento ideal para un lugar ideal.